Siria lleva en guerra 5 años, ya se contabilizan varios miles de centenares de muertos y más de 4.000.000 de refugiados. Las ciudades están destruidas. En la mayoría del país ya no existe la educación, no existe la sanidad, y los bienes que cualquiera de nosotros considera básicos escasean. Bajo la amenaza continua de los distintos bandos que participan en la guerra los sirios se ven obligados a salir de casa con lo puesto, abandonando el trabajo y lo conseguido durante toda una vida. Pueden elegir ir a campos de refugiados donde no existe futuro, a países limítrofes como Turquía, Líbano o Jordania en los que no pueden trabajar legalmente o ponerse en manos de mafias que les empujan a cruzar el mediterráneo en condiciones pésimas para alcanzar Europa. No podemos olvidar que los refugiados son personas como nosotros. Estemos mejor o peor, nuestra situación es extraordinariamente privilegiada en comparación con la odisea que sufren ellos y siempre hay algo que se puede hacer. No te quedes sin donar porque pienses que tu aportación no va a hacer una diferencia, cualquier cosa es suficiente para los que no tienen nada. Si quieres formar parte de la ayuda pero no estás en condiciones de donar o ejercer como voluntario, puedes compartir nuestro trabajo para que llegue a alguien que sí tenga los medios necesarios.